SILICON BANK. NUEVOS ESCENARIOS

Las cosas, pocas veces son como nos las cuentan. De estas “perturbaciones financieras” poco sabemos en realidad, pero hay varios detalles que me resultan paradójicos. Es desternillante que con la cruenta guerra que enfrenta a los modelos de CRIPTO y FIAT, entidades financieras alternativas estén cayendo, por no poder preservar sus depósitos de respaldo en dólares, en la banca tradicional.

El valor de la criptodivisa USDC cayó al nivel más bajo desde su creación después de que su creador, CIRCLE, anunciara que había dejado 3.300 millones de dólares en las manos de SVB. Los transparentes datos on-chain revelan además que CIRCLE canjeó 1,400 millones de USDC en 8 horas. Para reducir la exposición, las empresas de criptomonedas, incluidas COINBASE y JUMP TRADING, canjearon aproximadamente 900 millones de dólares y 140 millones de dólares en USDC, respectivamente. CIRCLE anunció que no había logrado retirar todos sus depósitos del SVB y la Corporación de Seguros de Depósitos de Estados Unidos lo ha intervenido drásticamente. El colapso de SVB se produjo tras el aviso de suspensión de actividad de SILVERGATE, entidad con enorme volumen de operaciones en criptomoneda. Y apenas unos días después del cierre de SVB, los reguladores de Estados Unidos determinaron finiquitar SIGNATURE BANK, firma especialmente conocida por su peso en la industria de activos digitales.

Por otro lado, y como casi siempre ocurre, a río revuelto… El Departamento de Justicia y la Comisión del Mercado de Valores de EE. UU. están investigando la quiebra del SILICON VALLEY BANK, según un reportaje publicado hace unos días por la prensa norteamericana. Las investigaciones incluyen el examen de las ventas de acciones que los jefes de SVB realizaron antes de la quiebra del banco, informó The Wall Street Journal. El Departamento de Justicia ha activado al ministerio fiscal en Washington y San Francisco a la búsqueda de fraude fiscal y actividades fraudulentas para con los depositantes y socios.

Son muchos los expertos que se cuestionan si la quiebra del SILICON VALLEY y el terremoto financiero posterior resultan ser un caso excepcional, o es el primero de una serie de bancarrotas en cascada. Una de las causas de la inflación que está sufriendo la Unión Europea y EE.UU es la desordenada emisión de moneda por parte de los bancos centrales. Para combatir esa creciente y exponencial pérdida de poder adquisitivo, desde finales del 2022, las autoridades económicas determinaron subir los tipos de interés. El diferencial entre depósitos, bonos y obligaciones se ha encarecido, desequilibrando a todo el sistema financiero. Como muchos bancos están en dificultades, se vuelve a emitir moneda de forma desordenada, retornando a la situación inicial. 

Para entender más cómodamente la vulnerabilidad de los bancos reflexionemos sobre qué ocurre con tus bonos cuando suben los tipos de interés. Si inviertes 1 millón de euros en bonos con una rentabilidad del 2% y el tipo se incrementa al 4%, eso conlleva que tus bonos se deprecian a la mitad. Si necesitas hacer caja y tienes que vender tus bonos al 2% que te costaron, como ahora los bonos rentan un 4% los tienes que vender por 500.000 euros para obtener el equivalente a un 4% y alguien se interese por ellos. Así que de la noche a la mañana, tus activos valen la mitad.

La disparada inflación, también vinculada a la pérdida de independencia energética auspiciada alocadamente por la Agenda 2030, está transformando todos los escenarios económicos. Por poner como ejemplo el caso de nuestro país, la deuda pública española asciende a 1,5 billones de euros, esto significa que por cada 1% que suben los tipos, el coste de la deuda aumenta en 15.000 millones de euros. Y ya tenemos las cuentas públicas descuadradas con una recaudación récord y sin que suban los tipos. Una subida del 2% son 30.000 millones. Si aumenta al 4% saltamos a 60.000 millones. No pagamos ni los intereses. Empresas y particulares estamos agobiados por lo mismo, una colosal montaña de deuda, y no es lo mismo afrontar liquidaciones al 0,25 que al 4,5%. Eso sí, somos el faro de occidente, gracias a nuestro Gobierno.

Uno de los problemas estratégicos de la economía internacional, desde hace décadas,  es el de la ingente deuda externa que asola todo el panorama mundial. Anotaciones en cuenta generadas por una clase política desconectada de la realidad, y donde los dólares sin respaldo, se convierten en un activo en sí mismo, y no en una medida de cambio. Ahora hay muchas naciones firmemente preocupadas por la estrategia de los países BRICS de no utilizar el patrón US$. Los países africanos se están integrando escalonadamente, uniéndose a gigantes del dimensionamiento de Rusia, China y la India. Arabia Saudí ha reportado recientemente su integración, como paso previo, a la Organización de Cooperación de Shanghái. Imaginen los movimientos que pueden generarse, con la venta de cantidades fabulosas en bonos del Tesoro de EE. UU.

El Banco Central Europeo reconocía en su último informe trimestral sobre préstamos que los bancos españoles habían endurecido aún más las condiciones de crédito para las empresas durante el último trimestre de 2022 y que preveía unas condiciones todavía más duras para el inicio de 2023. Ya lo estamos notando, desde hace meses, en nuestra nación. En el caso de España, el 33% de las entidades constataron un endurecimiento adicional de las condiciones aplicadas a las empresas para acceder a la financiación. Se trata de un aumento adicional al 25% del trimestre anterior y un dato superior a la media europea, que se sitúa en el 26%. Y eso que todavía no se ha alterado la prima de riesgo.

Me llama la atención ver a tantos políticos y dirigentes con el donut de la agenda 2030 en la solapa. Sumisos instrumentos de la globalización. Por eso, parece que nunca ocurre nada con estas “convulsiones”, pero poco a poco van eliminando trincheras:  la pequeña propiedad, las soberanías nacionales, las redes de solidaridad comunitaria, las estructuras familiares, las religiones y, en fin, todas esas cosas que el discurso dominante condena como “reaccionarias”. Por eso hay problemas que no se perciben, crisis que afectan, pero no te hunden y personalidades que actúan, pero son canceladas.

Es difícil sintetizar algo nítidamente, pero un ciudadano sensato debe exigir recetas económicas coherentes para racionalizar el gasto, ayudar a las empresas a crear empleo, ganar cotizantes y minorar esta desenfrenada locura en la que han transformado el estado. Y, sobre todo, hay que reiterar que una cosa es el sistema de bienestar social –que crea ciudadanos dignos– y otra el asistencialismo –que crea personas incapaces y dependientes del político–. Una cosa es ayudar al que lo necesita y otra generar un pesebre para esclavos.

Dinero convencional, criptomoneda, bonos, anotaciones en cuenta, deuda externa…seguimos adentrándonos en unos escenarios virtuales, donde resulta difícil saber que es verdad, o es mentira…Yo no lo sé.

Luis Nantón Díaz