Lepanto es mucho más que una impresionante batalla. Este épico enfrentamiento naval librado el 07 de octubre de 1571, es uno de esos momentos decisivos que alteran el curso de la historia. Este próximo martes 28 de octubre (19.30 horas), en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, podremos disfrutar, en vivo y en directo, de la presentación del último libro del profesor Marcelo Gullo: “Lepanto, cuando España salvó a Europa” organizado por el Círculo Hispanista de Canarias.
Marcelo Gullo, experimentado politólogo, ya nos ha visitado en otras ocasiones. Recordemos que es un destacado estudioso de las relaciones internacionales, campo desde el que saltó al hispanismo, disciplina a la que ha dedicado tres libros en la línea de oposición a la leyenda negra. Según el profesor, «si España y la Liga Santa no hubiesen triunfado en Lepanto, hoy Su Santidad León XIV no estaría en Roma y San Pedro sería la principal mezquita del Islam». Lo cierto es que aquella jornada el mediterráneo se tiñó de rojo: murieron ocho mil cristianos y más de treinta mil musulmanes, pero la coalición católica, consiguió derrotar al todopoderoso Imperio otomano.
Lo más destacable y revelador de esta controvertida obra, es que proyectando sucesos del siglo XVI, podemos atisbar el desarrollo de partidas geopolíticas de la actualidad. No son sólo acontecimientos, sino el análisis del “ethos cultural”, lo que determina las reveladoras proyecciones. Una de las conclusiones que nos presenta Marcelo Gullo es que el viejo continente sufre actualmente una silenciosa invasión protagonizada por el mismo poder que España detuvo en Covadonga y en Lepanto. Si el «choque de civilizaciones» fue el lema utilizado por Huntington, para justificar las acciones norteamericanas en Oriente Medio, no es menos cierto que los líderes religiosos y políticos del mundo islámico jamás han dejado de soñar con terminar sus “partidas pendientes” entre ellas la cacareada recuperación de Al Ándalus.
El imperio turco, y por ende la amenaza musulmana, inspiraba auténtico pavor en la época. El texto de LEPANTO ofrece datos muy elocuentes sobre el comercio de esclavos para contextualizar la amenaza turca: «De 1500 a 1700 se calcula que entre 400.000 y 500.000 africanos fueron capturados y llevados como esclavos a América. Pero en el mismo período, 2 millones de cristianos fueron capturados por el imperio turco musulmán para llevarlos como esclavos al mercado de Constantinopla».
Este revelador libro continúa con el combate cultural iniciado hace unos años. Hace un esfuerzo por desmantelar el relato negro legendario y por acometer el estudio de nuestra historia con datos, sin odios, sin distorsiones interesadas. El autor nos muestra sin complejos que debemos sentirnos orgullosos de nuestra común historia. Con sus luces y con sus sombras es un patrimonio inmortal, que nos aporta identidad y proyección de futuro.
Gullo rememora insistentemente que España fundó más de 80 universidades en América, «80 años antes de que se crease Harvard». Cuando Harvard tenía 4.500 libros en su biblioteca, el Colegio de San Pablo, un colegio secundario español en América, tenía 45.000. Debemos de sentirnos orgullosos de los Reyes Católicos, promotores de Las leyes de Indias, donde por primera vez se sustituye la perspectiva del derecho de conquista, por la plena protección a los nuevos súbditos. Orgullosos de nuestros dominicos como Francisco de Vitoria, que crearon el derecho internacional y de gentes, sentando las bases de los auténticos derechos humanos y proclamando la igualdad jurídica de todos los súbditos del Rey, de uno y otro lado del océano.
La guerra cultural existe y Marcelo Gullo es plenamente consciente. La prueba más patente, en la España de hoy, es la decreciente hegemonía pijoprogre y el separatismo en las fábricas de la opinión, en las aulas y en las estructuras de la cultura subvencionada. El proceso se inició en los años 70, auspiciado por el PSOE y los inventos nacionalistas, y su resultado, medio siglo después, es lo que estamos viendo: la destrucción de la propia idea de España. Pero poco a poco, y con mucho arrojo, la coyuntura está cambiando.
Hace unos años no se veían en los escaparates de las librerías obras que ahora son frecuentes sobre la Hispanidad: la epopeya de Nueva España, las mentiras de la leyenda negra, biografías de Blas de Lezo, Cortés, Pizarro, Núñez de Balboa, Pedro de Valdivia, Rodrigo de Bastidas o Diego de Almagro… Esta necesaria e interesante reacción también se plasma en el creciente seguimiento del que disfrutan historiadores y ensayistas como J.J. Esparza, Roca Barea, Fernando Paz o Marcelo Gullo en las listas de ventas editoriales.
El autor arroja el guante frente a cualquier debate, pero superando el ámbito histórico, para adentrarse en el mito. Todas las culturas, todas las sociedades tienen sus mitos fundacionales, referentes que se suceden en el tiempo, que van forjando el carácter de los pueblos. Por eso aquella victoria fue fundamental para preservar la cultura, la fe y la libertad occidental, valores que, afirma, hoy también se ven amenazados por fuerzas similares. En LEPANTO, Gullo se explaya en el contexto histórico y político de la Monarquía Hispánica, destacando la unidad de la coalición cristiana y el papel decisivo desempeñado por la Corona, además de profundizar en la figura de personajes como Don Juan de Austria, Miguel de Cervantes, Álvaro de Bazán o Miguel de Farnesio.
En el capítulo final de su libro: “Lepanto, la batalla inacabada” Gullo explica nuevamente que los perdedores «siguen soñando con lo que soñaba Solimán el Magnífico»; esto es, dominar Europa. Esta estrategia dominadora en el siglo XXI no viene con las armas, por ahora, sino con la inmigración y la ingeniería social. Por eso, este profesor argentino no se cansa de reiterarnos: «Hay vientos que soplan en contra y todo hace prever la derrota. Pero si los españoles se ponen de pie y retoman las riendas de la historia, porque a Dios hay que ayudarlo, el viento de la historia cambiará y volverá a soplar a favor nuestro».
Luis Nantón Díaz
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SIEMPRE APRENDIENDO
Ante todo gracias por tu visita.
Te presento un recopilatorio de los artículos que semanalmente se publican en el CANARIAS 7, y que con auténtica finalidad terapéutica, me permiten soltar algo de lastre y compartir. En cierta medida, de eso se trata al escribir, de un sano impulso por compartir.
La experiencia es fruto directo de las vivencias que has englobado en tu vida, y mientras más dinámico, proactivo y decidido sea tu carácter, mayor es el número de percances, fracasos, éxitos… Los que están siempre en un sofá, suelen equivocarse muy poco…
Y, posiblemente eso sea la experiencia, el superar, o al menos intentarlo, infinidad de inconvenientes y obstáculos, procurando aprender al máximo de cada una de esas vivencias, por eso escribo, y me repito lo de siempre aprendiendo, siempre.
Me encantan los libros, desvelar sus secretos, y sobre todo vivificarlos. Es un verdadero reto alquímico. En su día, la novela de William Goldman “La Princesa Prometida” me desveló una de las primeras señales que han guiado mi camino. La vida es tremendamente injusta, absolutamente tendente al caos, pero es una experiencia única y verdaderamente hermosa. En esa dicotomía puede encontrarse ese óctuple noble sendero que determina la frase de aquel viejo samurái: “No importa la victoria, sino la pureza de la acción”.
Como un moderno y modesto samurái me veo ahora, en este siglo XXI… siempre aprendiendo. Los hombres de empresa, los hombres que intentamos sacar adelante los proyectos de inversión, la creación de empleo, los crecimientos sostenibles, imprimimos cierto carácter guerrero a una cuestión que es mucho más que números. Si además, te obstinas en combinar el sentido común, con principios, voluntad de superación y responsabilidad, ya es un lujo.
Si también logramos inferir carácter, lealtad y sobre todo principios a la actividad económica, es que esa guerra merece la pena. Posiblemente sea un justo combate.
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